EL OCTAVO PECADO DE BÚFALO BILL

(En la foto acompañado por el matrimonio Herrera-Conde)

(En la foto acompañado por el matrimonio Herrera-Conde)

La acogedora Sala don Iván García Guerra de la Casa Navarrete USA cerró su temporada teatral 2012 con broche de oro. José Bonilla, su director, no escatimó esfuerzos en darse el lujo de presentar a la compañía colombiana Teatro Esacto (escrito así, cosa que respetamos), en la exquisita pieza EL OCTAVO PECADO DE BÚFALO BILL de Carlos Bernal. La pieza, protagonizada por la pareja matrimonial y artística compuesta por Jorge Herrera y Amparo Conde, (él recordado por su frase “el diablo es puerco” en la telenovela “Betty la fea”, ella por “El Cartel II” y actualmente en la telenovela colombiana “Los vecinos”), explora el poder, el amor y la explotación a través de un supuesto psico-drama de las culturas. En este psico-drama cultural vemos a Estados Unidos mediante la figura de un legendario “Cowboy”, Búfalo Bill, (el poder,la explotación) y el continente latinoamericano en un nativo del nuevo mundo representado por Gerónimo (la debilidad, la sumisión). Señalado los pecados capitales, que nos recuerda el teatro de adoctrinamiento que surgió en el medievo, la pieza nos hace reír al igual que reflexionar sobre el control totalitario que nos rodea. Es una compañía de teatro circense la que controla Búfalo Bill acompañado por Gerónimo. Nos presentan el ensayo final del espectáculo que presentarán en Toronto de ser aceptados en un festival. Entre las cosas que presentan sobresalen la escena del balcón de Romeo y Julieta y la escena de el corte de la manzana de Guillermo Tell, ambas brillantemente ejecutadas donde se lucen estos conocidos artistas de teatro, cine y televisión. Él con toda la acción del verbo, ella con toda la acción del silencio, un silencio en continuo movimiento corporal ya que Gerónimo no habla lenguaje alguno y cuando se expresa verbalmente lo hace con sonidos onomatopeyicos. En total lenguaje corporal la Sra. Conde hace verdadero alarde de su talento histriónico.. Por su parte, el Sr. Herrera se desdobla a cada segundo como narrador-animador, declamador, cantante y músico. En definitiva fue un “Tour De Force” pocas veces experimentado en nuestro medio. Si a esto le sumamos que Herrera fue el director de escena y que el hijo de ambos, Jorge Herrera Jr., estuvo a cargo de luces y sonidos, estamos ante la presencia del concepto de teatro de familia que tanto añoramos en Nueva York y que representa la tradición cultural de nuestro continente. 

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